La Casa Blanca dice que está apuntando a los corredores de datos, que, según dice, recopilan más datos personales que nunca, datos que incluyen cosas como datos financieros y de salud personal. La escala puede ser asombrosa: en un ejemplo extremo reciente de un estudio de Consumer Reports, 48.000 empresas habían enviado a Facebook datos sobre un solo usuario.
Se requerirá que varios departamentos implementen nuevas protecciones según la orden. La Casa Blanca escribe que el Departamento de Justicia (DOJ) tendrá que crear reglas para evitar que los países en cuestión exploten datos personales, aunque no está claro a través de qué medios el DOJ lo lograría. Los datos incluirían los relacionados con genómica, biometría, salud personal, finanzas y “ciertos tipos de identificadores personales”. También se requeriría que el Departamento de Justicia trabaje con el Departamento de Seguridad Nacional para establecer nuevos estándares de seguridad con respecto a los datos recopilados a través de “relaciones de inversión, proveedores y empleo”.
Biden también ordenó a los Departamentos de Salud y Servicios Humanos, Defensa y Asuntos de Veteranos que garanticen que los datos de salud de los estadounidenses no puedan transferirse a través de otras vías, como las subvenciones federales.
Finalmente, el Comité para la Evaluación de la Participación Extranjera en el Sector de Servicios de Telecomunicaciones de Estados Unidos tendría que considerar las amenazas a los datos personales al revisar las licencias de cables submarinos. La orden, que sería la tercera del presidente en lo que va de año, aún no ha sido publicada en el registro Federal.
El orden descrito en el anuncio de la Casa Blanca no parece abordar la cuestión general del mercado de datos personales en Estados Unidos, que tiene muy pocos límites. Eso nos deja con acciones regulatorias caso por caso por parte de agencias como la FTC, que recientemente prohibió a dos corredores vender datos de ubicación precisos que podrían poner en peligro a los consumidores.
Los actores extranjeros no son la única preocupación. El senador Ron Wyden (D-OR), que ha estado defendiendo la privacidad digital durante muchos años, citó una de esas prohibiciones cuando llamó a la NSA dejar de comprar información de ubicación a intermediarios de datos. El director de inteligencia nacional de Estados Unidos dijo que la información que las agencias de inteligencia estadounidenses les compran es tan detallada como la que podrían haber obtenido “sólo a través de una recopilación selectiva (y predicada)”.