La Alianza Democrática Nacional (NDA), liderada por el BJP, salió victoriosa en las elecciones generales de 2024 en India, pero con una mayoría menor en comparación con 2019. Según el análisis postelectoral de Goldman Sachs, UBS, Bernstein y Citi, este mandato más reducido puede impulsar la El gobierno –conocido por transformar a la India en una potencia manufacturera global y realizar inversiones en sectores para reducir la dependencia del país de las naciones occidentales– adopte una postura más populista en su tercer mandato, dando prioridad a las demandas de los segmentos de menores ingresos y al desarrollo rural.
La probable victoria de la NDA indica la continuidad de las políticas para las empresas y las nuevas empresas, con inversiones continuas en infraestructura, digitalización y manufactura. Sin embargo, el margen más estrecho puede provocar una reasignación de recursos hacia iniciativas rurales y de bienestar, lo que podría afectar algunos planes de gasto de capital, advirtieron las firmas de corretaje. (El martes, el gigante manufacturero Adani Group perdió alrededor de 45 mil millones de dólares en valor).
“La continuidad del poder puede no traducirse plenamente en continuidad de las políticas ahora, pero vemos menos espacio para un ajuste a gran escala. Este gobierno se ha caracterizado por políticas más promercado y menos socialistas. En una marcada desviación del pasado, los gastos de ingresos han aumentado apenas un 11% en los últimos seis años, mientras que el gasto de capital ha aumentado un 24%”, escribió Bernstein en una nota.
También es probable que continúe la postura asertiva del BJP sobre la soberanía digital y sus recientes enfrentamientos con las grandes tecnologías. En los últimos cinco años, el gobierno de Narendra Modi ha aplicado o propuesto muchas leyes (incluido un impulso para regular las aplicaciones de Internet, lograr que los servicios de transmisión revisen el contenido en busca de obscenidad y ser demandado por WhatsApp por exigir que la aplicación Meta rompa el cifrado) que han asustó a las grandes empresas tecnológicas.
Nueva Delhi ha argumentado que busca proteger los intereses de sus ciudadanos a través de sus propuestas.
India, un aliado de Estados Unidos, también está intentando cada vez más construir una pila tecnológica para rivalizar con muchas ofertas populares, y generalmente estadounidenses. Rupay es el intento de la India de rivalizar con las redes de tarjetas Visa y Mastercard, mientras que UPI, un sistema de pagos interoperable y en tiempo real creado por bancos indios, ya se ha vuelto omnipresente en la India, procesando más transacciones que todas las redes de tarjetas juntas.
India también se ha posicionado rápidamente como un centro manufacturero global en los últimos años, atrayendo a empresas como Apple, Samsung y Google con incentivos lucrativos para trasladar una mayor parte de sus necesidades de ensamblaje a India. Goldman Sachs y Citi dijeron que es probable que India continúe centrándose en la manufactura, pero su asignación fiscal puede ser menor de lo esperado en el futuro.
Los índices de referencia de la India, NIFTY y SENSEX, cerraron el martes con una caída del 5,9% y del 5,7% después de que quedó claro que las proyecciones de la encuesta a pie de urna (que el BJP por sí solo obtendrá la mayoría de los escaños) no iban a ser precisas.
“En un escenario extremo, si la oposición [Congress and its allies] “Si logra arrebatar a los aliados clave, el enfoque de inversión en India cambiaría materialmente”, señaló Bernstein.